LA DANZA EN EL RENACIMIENTO IV - LA GALLARDA
A la Pavana le siguió inmediatamente otra danza de diferentes características: la Gallarda, muy en contraste con la anterior.
Si la Pavana nos dejó boquiabiertos por su solemnidad, majestuosidad y elegancia, la Gallarda nos dejó totalmente alucinados por su ritmo frenético, la forma de danzarla, incluso la preparación física que se necesita para ello, teniendo en cuenta los trajes tan poco cómodos que usaban en esos tiempos, las damas con corsés muy apretados bajo unos trajes de tejidos muy pesados, llenos de adornos y pedrerías, golas y demás complementos no muy cómodos tanto en las vestimentas femeninas como las masculinas.
Después de haber presenciado una Gallarda creo que está completamente justificado que nuestro amigo Jean Tabourot decidiera firmar con un seudónimo su ORCHESOGRAPHIE, porque convencida estoy de que no hubiera podido salir bien parado de la censura eclesiástica, teniendo en cuenta su condición de sacerdote.
Hay diferentes formas de la gallarda, unas menos vigorosas que otras, pero siempre son ritmos ternarios (compás de 3 partes) que es precisamente lo que le da la característica de ritmo saltarín, vivo y alegre y dentro de las más vigorosas hay algunos pasos que eran ya “para nota” que se suele decir.
El turdión no es otra cosa que una gallarda más tranquila, sin vueltas ni saltos vigorosos. Se suelen encontrar partituras en las que los autores incluyen el turdión detrás de una pavana, como un todo y a veces es la misma melodía de la pavana pero cambiado el ritmo (la pavana es ritmo binario, de 2 partes).
La gallarda propiamente dicha es ya de tempo vivo y hay unos pasos especialmente enérgicos que imagino solo los mas jóvenes podrían con ellos.
Arbeau en su ORCHESOGRAPHIE dedica a la gallarda nada menos que 40 páginas, y en esas cuarenta páginas describe como unas 20 formas diferentes de la gallarda. Cuando decía que se dedicó a escribir un libro sobre danzas porque en su juventud le gustaba mucho danzar, creo que no exageraba el señor Tabourot…Experiencia creo que no le faltaba.
En una de las formas de la gallarda, la más frenética, se utilizaba un paso llamado la volté, (la misma que ejecutan la reina Isabel I y el conde de Leicester) una pirueta que os la describiré con las propias palabras de Arbeau porque esa descripción es sublime:
“La gallarda se denomina así porque uno debe estar gozoso y animado para bailarla” Ni que decir tiene que lo primero que hay que hacer es estar en plena forma y muy animado para abordar tan especial danza de lo contrario sería morir en el intento.
“Si queréis bailar la volté, debéis colocar la mano derecha en la espalda de la damisela y la izquierda debajo del busto y, empujándola con el muslo derecho puesto debajo de su nalga, hacedla dar la vuelta” Sin comentarios, amigos…sin comentarios…
“Después de haber dado vueltas durante tantas cadencias como os agrade, restituid la damisela a su lugar, cuando ella sienta, por más que ponga buena cara, su cerebro confundido, su cabeza llena de torbellinos vertiginosos, y vos no os sintáis en condición mucho mejor. Dejo a vuestro criterio considerar si es cosa apropiada para una joven practicar separaciones de piernas y pasos largos, y si no están implicados y amenazados en ello tanto el honor como la salud” Que pena no tener emoticones como los del Messenger para poner algunas caritas bastantes expresivas que hay, porque me he quedado sin palabras…
Nos comenta I. Horst en su libro FORMAS PRECLÁSICAS DE LA DANZA “que después de estas descripciones anteriores no resulta sorprendente que las damas de esa época adornasen sus ligas con sus más preciosos lazos de oro y plata”, o sea, ya iban preparadas para lo que pudiera suceder, de lo cual se deduce que estaban encantadísimas con la gallarda y que no se si lo de las separaciones de piernas se veía como cosa poco honorable, pero de lo que estoy convencida es de que no les afectaba a las damiselas lo más mínimo ni al honor ni a la salud.
Con el reinado de Luis XIII, hombre muy religioso, la volté desapareció y ya con el rey Luis XIV la gallarda murió totalmente.
Sonidooo, estas por ahí? Ven que vamos a ensayar un poco eso de “la volté” a ver si nos ponemos en forma.
Cuidado donde pones las manos ¿eh?...
MARIA DOLORES VELASCO
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